domingo, 13 de mayo de 2012

¿Y qué hay de los delfines?

"Hay un libro siempre abierto para todos los ojos:
la naturaleza"
Jean Jacques Rousseau.



Abandono momentáneamente las entradas turísticas, las de mi vida en Roma, cualquiera que no implique romper una lanza en favor del medio natural con el que tan comprometido está este blog y quienes tienen intereses en él.

Y es que llevamos una semana de malas noticias para los delfines. En primer lugar, una fiesta rave en un acuario de Suiza, termina con la vida de dos de estos cetáceos a causa de una sobredosis. Detestable comportamiento tanto por parte de los administradores del zoológico, que en ningún caso puede convertirse en un centro para la realización de fiestas incívicas, como por parte de la panda de energúmenos que tuvo la genial idea de realizar un acto de este tipo; amén de quien juzgara divertido drogar a los delfines hasta la muerte.

¿Cómo puede alguien hacer daño a estas hermosas y divertidas criaturas tan cercanas a nosotros?

Damas y caballeros, lectores todos de este blog, pocas veces me habrán leído criticando las actividades y actitudes humanas más allá de los blogs de Sir Fran de Volendam y Un gallo en Alba Lunga, pero es que el hecho clama al Cielo.
Este es el tipo de animaladas que este blog, y el autor especialmente, condena. Más allá de la sobrepesca y las malas prácticas que afectan al medioambiente, este tipo de sucesos son, sin cabe, aún más imperdonables, pues no hay forma de justificarlos de acuerdo al crecimiento humano.

También nos están llegando las noticias de los centenares de delfines muertos en las costas de la hermosa tierra del Perú.

El Gobierno peruano, sin duda cumpliendo con su deber para con la naturaleza y los recursos naturales del país y de la humanidad entera, ha iniciado una investigación a través de la que pretende esclarecer las razones de esta muerte masiva de mamíferos marinos.

De acuerdo con dicho Gobierno, podría tratarse de una epidemia; pero distintos grupos ecologistas defienden la teoría de la contaminación de mares y océanos como causa última de esta tragedia natural.

Esperemos que la investigación se resuelva pronto y puedan evitarse más hechos como este.
Y es que es fundamental cuidar la salud de nuestro medio ambiente, ya que formamos parte de él y es la base del desarrollo económico y social de todas las naciones del mundo.

Recuerdo, permitidme que me ponga algo melancólico, cuando navegábamos mi familia y yo por las costas del Mediterráneo almeriense y divisamos delfines y cachalotes. Os aseguro que no puede haber en este mundo estampa más bella. Son estas imágenes las que nos recuerdan que el planeta está vivo, que formamos parte de un organismo al que estamos matando de la más cruel de las formas.

Salvar los mares, desiertos y montañas de nuestro planeta es tarea de todos, y desde Por caminos y ciudades apoyamos las iniciativas, gubernamentales o no, que hacia tal fin vayan dirigidas.

Tenemos que promover formas de turismo verde, de pesca y explotación sostenible de los recursos. De lo contrario, el crecimiento humano significará también la destrucción de la especie.
Promovamos un comportamiento cívico. Condenemos las malas acciones contra el medio ambiente. Salvemos la belleza de nuestro planeta. Aseguremos la supervivencia de nuestro mundo y la nuestra propia.

No os lo pido yo. Lo exigen vuestra conciencia y la de vuestros hijos...


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